Luces de colores, cantos y fuegos artificiales.
Avenidas y calles todas en movimiento.
Todo el mundo esta contento.
¿Todo el mundo?
Mira bien hacia aquellos rincones de la tierra.
Donde aún existe la miseria.
Donde en los caminos se anda con los pies descalzos.
Donde las caras de los niños se ven sucias y llorando.
Donde el hambre se escucha ambular
como el frío a todos abrazar.
No te hablo de lugares lejanos.
Si no, de los que están cerca,
pero muy cerca de ti.
Dad una luz de alegría
ha esos rostros infantiles
con un regalo sencillo,
pero con mucho amor.
Y con ello me harás feliz.
Pues, recuerda que Yo nací
en un pesebre y pobre también.
Y que luego te dí mi tesoro más grande
que fue mi vida y resurrección.
Porque te AMO hoy y siempre.
¡FELIZ NATIVIDAD!
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